Un ser humano no sabe los placeres que genera el sueno hasta que no ve a un bebe durmiendo, es increíble como algo tan elemental y que muchas veces le damos tan poco valor, puede ser un sentimiento tan intenso  que llena cada rincón de nuestro ser de paz y serenidad, nuestro cerebro reacciona inmediatamente y miles de gratos recuerdos afloran y otros tantos buenos deseos llenan de alegría nuestros cansados rostros, pero nos sentimos rejuvenecidos y dispuestos a cambiar el mundo para que este instante se prolongue a lo largo de la vida.